La Invocación: Reanimación (口寄せ・穢土転生, Kuchiyose: Edo Tensei) es un Jutsu utilizado por Orochimaru y Kabuto.
Para poder llevar a cabo la resurrección de la persona muerta es necesario tener en primer lugar una muestra de ADN, pero debe ser una cantidad considerable de material genético ya que si no se tiene el suficiente no se puede llevar a cabo, otra cosa que se requiere es el sacrificio de un ser humano vivo el cual va a servir de recipiente para el alma de la persona que se encuentra en el "Mundo Puro" (净土, Jōdo), es decir, el más allá.
El Ritual del Edo Tensei
Desafortunadamente este jutsu no puede revivir a quien no está en dicho mundo, por ejemplo, los cuatro primeros Hokages no podían ser revividos por está técnica debido a que todos se encontraban sellados dentro del Demonio de la Muerte.
Sin embargo, Orochimaru pudo liberarlos del Sello Consumidor del Demonio de la Muerte y así revivirlos.
A continuación, se requiere un sacrificio vivo para que el alma a resucitar puedan usar como un cuerpo.
Al tener todos estos requisitos el usuario pone el ADN adquirido sobre un pergamino especial el cual luego de haberlo puesto junto con un poco de sangre del mismo usuario, se crea un especie de diagrama en el suelo, en donde el sacrificio queda en el medio de un circulo donde está la sangre de la persona que se quiere revivir.
El Clon Humano de Mei usado como Sacrificio
Más tarde unas cenizas o polvo comienzan a cubrir el cuerpo del sacrificado hasta que toma por completo la forma del resucitado trayéndolo de nuevo al "Mundo Impuro", ocultando el cuerpo de la persona original, al final el cuerpo de la persona es almacenado dentro de un ataúd, después de todo esto el usuario puede convocar el cuerpo en cualquier momento haciendo que aparezca del suelo de repente.
Efectos[]
La primera vez que es convocado, el cuerpo del resucitado se almacena en un ataúd, su piel aparecerá con un color de tono gris y en un estado de descomposición menor, afectado por grietas y otras imperfecciones, y el individuo también parece estar dormido. Al despertar, conservan su personalidad, recuerdos, y todas las habilidades que tenían en la vida, incluyendo Kekkei Genkai, Kekkei Tōta y pactos de sangrey regenera las armas normales como kunai y shuriken.
En el lado negativo, el revivido parecía retener cualquier daño permanente que recibieron durante su vida.
Los convocados conservan sus colores originales, sin embargo los ojos de todos se tornan oscurecidos. Sin embargo cuando Kabuto toma el control completo de ellos, estos ganan un iris de color blanco y esclerótica se torna completamente negra. A excepción de su esclerótica, el color de los ojos de los revividos con dōjutsu no cambian en absoluto. El convocado se puede recuperar a voluntad por el usuario, haciendo que un ataúd vacío salga y recupere a la persona, y el invocador también puede utilizar a las personas revividas de forma remota para que invoquen ataúdes para refuerzos adicionales.
Control[]
El Talismán Morado usado por Kabuto
Después de que el individuo ha sido convocado y despertado, el invocador puede obligar al individuo a ir contra su voluntad mediante el uso de un talismán especial, que se adjunta al final de un kunai y se implanta en el cerebro. Al implantar el talismán, el individuo resucitado se regenera aun más, eliminando cualquier imperfección restante y restaurar el color a sus cuerpos y su ropa. Los talismanes pueden variar según los diferentes grados de control. Los talismanes de Orochimaru eliminan por completo la personalidad de los convocados, convirtiéndolos en máquinas de matar sin sentido bajo su mando.
Kabuto prefiere usar un talismán más débil uniéndoselos a ciertas personas, lo que les permite mantener un cierto grado de su propia personalidad. Este último método es útil para la guerra psicológica, y también se puede permitir que el individuo llamado a aprovechar sus propias emociones, recuerdos o la creatividad para mejorar su eficacia en el combate, pero también conlleva una serie de inconvenientes, sino que
Orochimaru usando el Edo Tensei
toma un mayor esfuerzo para mantener el control con la unión más débil que puede hacer posible que los corazones de los convocados se dejen llevar por las emociones fuertes, lo cual puede resultar que el alma se liberase y volviera así al mundo puro.
Los Shinobis resucitados mantienen sus personalidades intactas pero sus movimientos son limitados a ciertas acciones, y son, básicamente, un "piloto automático" para reaccionar a las técnicas del enemigo. Una vez que se reconoce una técnica del enemigo sus cuerpos están programados para contrarrestarlo con un método apropiado.